jueves, 22 de marzo de 2012

Figuras populares: Romasanta (III)


Durante el juicio, Romasanta se defiende asegurando que fue víctima de un maleficio, que hizo que se convirtiera en lobo, lo que provocó que llevara a cabo 13 asesinatos, de una manera fría y calculadora. Para acabar con la vida de sus víctimas, empleaba sus manos y sus dientes. Incluso, llegaba a comerse los restos de sus víctimas, lo que hizo que la gente, que estaba presente en el juicio, se estremeciera. El juicio duró un año, más o menos, y pasó a la historia con el nombre de la “causa contra el hombre lobo”. En él, se le acusó, entre otras cosas, de llevar a cabo mentiras y engaños, hacia mujeres y niños, para llevar a cabo su muerte y, después, poder sacarles el sebo o unto, para poder fabricar cremas y llevar a cabo su venta. Incluso, llegó a decir que era víctima de un hechizo, que le realizó una bruja, que hacia que se convirtiera en lobo, durante las noches en las que había luna llena, lo que hizo que alimentara la leyenda de que era un hombre lobo. “La primera vez que me transformé fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo. Estuve cinco días merodeando con los otros dos, hasta que volví a recuperar mi cuerpo. El que usted ve ahora, señor juez. Los otros dos lobos venían conmigo, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro don Genaro. Y también sufrían una maldición como la mía. Durante mucho tiempo salí como lobo con Antonio y don Genaro. Atacamos y nos comimos a varias personas porque teníamos hambre”.
Foto: fuente

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