viernes, 30 de marzo de 2012

Figuras populares: Romasanta (IV)


Después, llegó a alega que no sufría una maldición, sino una enfermedad. También, dijo recordar que todo lo que había sucedido, una vez transformado en ser humano, de nuevo, lo recordaba, lo que fue muy importante para la sentencia. Su defensa argumentó que no se podía probar ninguno de los asesinatos con una única confesión, aunque fuera hecha por el propio acusado. La sentencia tuvo lugar el 6 de abril del año 1853, cuando Romasanta tenía 44 años : no se le consideraba ni loco, ni idiota, ni maníaco, con lo que fue sentenciado a morir en el garrote vil y a pagar una multa por valor de 1000 reales a cada una de sus víctimas. Un hipnólogo de Francia, que había estado pendiente del caso, le escribió una carta al Ministro de Gracia y Justicia, en la que hacia pública sus dudas acerca de si Romasanta, realmente, sufría de licantropía. Pidió, antes de que se llevara a cabo la ejecución, que le dejaran hipnotizarlo. Incluso, llegó a intervenir la propia reina Isabel II, que le pidió, a su vez, al Tribunal Supremo, que revisara el caso. Un tiempo después, Isabel II decidió firmar una orden, por la que se le computaba la pena capital, por la perpetua. Todos los hechos que llevó a cabo hicieron que fuera el protagonista de cantares de ciego, novelas o, incluso, películas. Incluso, alrededor de su muerte hay muchas leyendas: hasta el año 2009, se pensaba que había muerto, en el año 1854, en una prisión de Allariz. Pero, un documental de TVG Europa, del 30 de mayo del 2009, ponía encima de la mesa la posibilidad de que hubiera muerto en el castillo de San Antón. En el año 2011, durante las Xornadas Manuel Blanco Romasanta, que tuvieron lugar en Allariz, se aseguraba que el asesino murió en una cárcel de Ceuta, en el año 1863, a causa de un cáncer de estómago. Hasta su muerte está llena de misterios y dudas por resolver.
Foto: fuente

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