En
el Monte Aloya, nos vamos a encontrar con una serie de tradiciones y
de leyendas, como son: durante el primer domingo de julio, tiene
lugar el jubileo, con una romería de gran afluencia, que está
dedicada a la Virgen de las Angustias, en la preciosa ermita de San
Julián (que se conoce como Pazos de Reyes). El primer domingo de
agosto tiene lugar la conocida romería de San Fins, en Rebordanes.
Y, no podemos dejar de mencionar las rogativas, con la imagen de San
Julián, que es el objeto de devoción en la región, a causa de sus
virtudes taumatúrgicas, como puede ser conseguir buenas cosechas,
curar diversas enfermedades... Hay varias leyendas que tratan el
monte: se dice que las yeguas de Aloya son fertilizadas por la acción
del viento, y en la cama de San Julián no está creciendo la hierba.
Todas ellas nos dan una idea del carácter mítico, que ha tenido
siempre para los tudenses el monte Ayora, cuyo origen real se pierde
en la noche de los tiempos. El 5 de junio del año 1935, se
estableció como Paraje Natural de Interés Nacional por la Orden
Ministerial.
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