Tras
llevar a cabo un complejo montaje, se llevó a cabo un bautizo de
fuego, el 19 de diciembre del año 1933. Desde ese momento, fueron
los protagonistas de 19 disparos, el último tuvo lugar el 24 de
octubre del año 1977. Los dos cañones Vickers poseen un calibre
-que posee un diámetro inferior- de 381 mm -o sea, 15 pulgadas- y su
longitud va a superar los 17 metros. Estos van a tener una capacidad
de fuego, que es capaz de disparar proyectiles, incluso, de un peso
de una tonelada, con un alcance de hasta 38 kms. Se pueden ver
réplicas de los proyectiles en el paseo del Parque de San Pedro,
cada uno de los cuáles pesa 885 kilos. Su alcance, que es increíble,
es la garantía de la casi total protección de las rías y de la
zona de la costa del Ferrol y de La Coruña. Gracias a la presencia
de la batería de los cañones del Monte de San Pedro, nos va a poder
comprender la importancia que tenia esta parte de la costa, a lo
largo de la primera mitad del siglo XX, una época en la que hubo
muchos conflictos bélicos, a nivel mundial.
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