Cuando
ya se estaba haciendo de noche, en las cercanías de La Graña, los
ingleses se encontraron con la resistencia de los españoles, que no
duró demasiado, ya que a causa de su inferior, en número, se vieron
obligados a retirarse y a refugiarse en un pueblo. Pero, esto retrasó
a las tropas de Pulteney, que no se atrevieron a ocupar en Brión,
durante la noche, en medio de la oscuridad.
Cuando
amanecía, durante el día 16, el mariscal de campo Conde de Donadío,
quiso cortarle el paso, por el norte, al enemigo. Por esta razón, al
frente del Batallón de Orense, decidió tomar posesiones desde
Serantes a la localidad de Valón. Por otro lado, las fuerzas de La
Graña, que lograron reorganizarse, a lo largo de la noche, volvieron
a subir a Brión. El combate se reinició, cuando la División de
Jubia, sin haber esperado ningún tipo de orden, cargó contra el
flanco izquierdo, de las tropas británicas. Al final, a Donadío no
le quedó otra que realizar un ataque general, aunque no tenía
hombres suficientes. Los españoles lograron repulir, en dos
ocasiones, el empuje de las fuerzas anglosajonas, pero perdieron La
Graña y Valón, y se vieron obligados a replegarse, hacia Ferrol.
Sólo el Castillo de San Felipe logró aguantar la embestida, gracias
a sus dos piezas de artillería y a sus lanchas cañoneras, así como
por el fuego abierto desde el fuerte de La Palma (que estaba en la
orilla opuesta).
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